La Expedición al pico Alcazaba (3.370 m.) salió muy bién, aunque no se consiguió el objetivo que erá subir hasta la cumbre. Salimos de Elche el viernes 14 de Mayo a las 15:00 horas con la "furgo" de Sergio, cinco integrantes de la expedición : Sergío, Manu, Miguel, Pablo y Cristian, llegamos a Treveléz y comenzamos la marcha a las 20:3o horas, ascenso maravilloso por las típicas casas alpujarreñas, la subida no era demasiado dura, pero predominó durante todo el fín de semana el fuerte viento que hizo que no dejó de soplar hasta el domingo que regresamos. Al caer la noche nos pusimos los frontales y seguimos ascendiendo, pero con la gran ventisca que hacía, no tuvimos más remédio que parar donde pudímos, montar las tiendas de cualquier manera, meternos dentro, comer algo e intentar dormir lo que pudímos cada uno.
Al día siguiente al abrir la puerta de la tienda, todo un espectaculo, había nevado, el suelo estaba helado y completamente despejado, un amancer alucinante. Recogimos las tiendas y continuamos la marcha, nada más empezar andar encontramos una cabañas de pastores que estuvímos buscando la noche anterior pero no pudimos dar con ella por las adversidades climatológicas que habían. En seguida empezó a aparecer la nieve y empezamos a disfrutar, aunque las fuertes ventiscas que hacían nos impedian avanzar al ritmo que nos hubiera gustado llevar, en fín, llegamos a la zona de Aguas Negras, muy diferente de como es el verano, y una gran pala que teníamos que habernos puestos los crampones por seguridad y no lo hicimos, llegamos a las siete lagunas, la cual solo se veía la prímera, ya que todas las demás estaban cubiertas de hielo y nieve, comímos y descansamos un poco y como seguía haciendo mucho viento, decidimos no seguír hasta la cumbre de la Alcazaba y remontar hasta la pala del Mulhacén y dirigirno hacia el refugío de Poqueíra, el cual llegamos un poco cansados alrededor de las 16:30 de la tarde, en total unas ocho horas andando durante todo el sábado. Pasamos la tarde y noche en el refugío y al día siguiente al despertar y salir a la puerta del refugío, ¡otro espectaculo!, un grupo grande de cabras, con los machos incluídos, en la puerta esperando a que le echasemos algo de comer y una vista alucinante del Picó Veleta y sus alrededores, en fín, desayunamos, pagamos y nos pusimos en marcha hacia el balcón de Trevelez, inicio del descenso hacía el mismo pueblo. La bajada de unas tres horas superboníta, no lo pasamos superbien, al príncipio mucha nieve que estaba blanda y pudímos tirarnos de culo y disfrutar como unos niños, mucha agua por todo los lados y barrancos muy profundos, aunque la senda bajaba poco a poco y tenía menor desnivel del que pensabamos. Al llegar al pueblo nos cambíamos de ropa y en marcha hacía Elche, hicímos una parada para comer y directos a casa. Por cierto, la ída la hicímos por Almería, El Ejido y para arriba, y la vuelta por el puerto de la Ragua (nos gustó más la vuelta). Una experiencía para no olvidar y que seguro que se la contaremos a nuestro nietos, ¡quien tenga! Ja, ja, ja.
Nuestra intención es voler a Sierra Nevada en Junio-Julio o ya cara a Septiembre-Octubre a subir el Píco del Caballo, el último 3.000 más al oeste de Sierra Nevada.
